*Por Damián Troncoso
El 26 de octubre se llevaron adelante las elecciones legislativas nacionales. Los resultados muestran un fortalecimiento importante de La Libertad Avanza (LLA) y un debilitamiento delAlianza Fuerza Patria (AFP). El resultado en el terreno legislativo blindó al gobierno y fortaleció la tendencia de gobernar por decreto[1].
Otro punto es que tanto el PRO como la UCR perdieron fuerza e identidad propia para ser absorbidas por la LLA. Dicho de otra forma, la LLA está conteniendo todas las tendencias de derecha y centro derecha y Milei se posicionó como el caudillo de todo ese arco político, incluido el experimento de Provincias Unidas que intentó aparecer como un conjunto de gobernadores del interior que pretendía plantarse con fuerza para negociar con el gobierno pero que también quedó reducido.
La LLA se consolidó como la fuerza principal que representa los intereses de los grandes grupos económicos extranjeros y nacionales, del gran capital financiero y de los intereses imperialistas norteamericanos, del sionismo mundial y de la oligarquía argentina y sectores exportadores. Es decir que la mayoría de los grupos y sectores que componen las clases dominantes se ubicó con la LLA. Esto no quita que haya tensiones y futuras disidencias, pero no es motivo de análisis en esta nota.
Además, cabe preguntarse si la LLA también será vista por algunos sectores de la burguesía nacional como mecanismo viable para bajar costos de producción, aumentar la tasa de ganancia y ser competitivos en función a la política aperturista del gobierno. La Reforma Laboral, aunque este hecha a medida de los grandes grupos económicos puede ir en ese sentido y encuadrar a amplios sectores empresariales.
50 días
Entre las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires del 7 de septiembre y las legislativas nacionales del 26 de octubre el AFP perdió, en la provincia, 261.591 votos y pasó de haber ganado en la mayoría de los distritos a perderlos[2]
La pregunta natural que surge es ¿qué pasó? Durante esos 50 días el gobierno sufrió un creciente daño político con escándalos de corrupción, las corridas bancarias, la suba del dólar y la pérdida de reservas monetarias, el aumento del riesgo país, la crisis económica, la pérdida de puestos de trabajo y la intervención del tesoro norteamericano junto a banqueros de JP Morgan sobre nuestra economía. Todo indicaba que el gobierno se dirigía a una dura derrota electoral que implicaba quedar en una situación de debilidad. Pero la realidad nos sorprendió a todos.
La derrota abrió nuevamente la discusión dentro del campo nacional y popular: ¿porque el mapa electoral cambió tanto? ¿porque a pesar de los reveses políticos que venía sufriendo el gobierno no se tradujo en un voto castigo mayoritario? ¿qué pasa con el campo nacional y popular que no logra coagular una alternativa política que sea capaz de condensar las necesidades de la clase obrera y las capas medias y proyectarse a futuro?
Multicausalidad
Una primera hipótesis es el miedo a la operación retorno luego de la contundente victoria del AFP (47%) en que las elecciones legislativas bonaerenses que despertó el gran miedo al “volveremos” y movilizo al corriente gorila, antiperonista, anti K (41,5%), que es similar al voto a Macri en la derrota de 2019 (40.28 % es decir, 10,8 millones), que corresponderían a una especie de cristalización del comportamiento electoral. Es importante señalar que, a diferencia de la elección legislativa bonaerense, la legislativa nacional no fue de tercios sino de una marcada polarización.
Otra segunda hipótesis, que operó en particular en la provincia de Buenos Aires, es la interna dentro del peronismo. Gastón Granados, intendente de Ezeiza, dijo: “los intendentes somos los que tenemos los votos”, echando leña al fuego. Cabe preguntarse si jugaron con fuerza o se tiraron a menos para estas últimas elecciones.
En tercer lugar, fue determinante como operó con fuerza el apoyo norteamericano y las fuerzas sociales que representa dentro y fuera del país. La presión ejercida por Donald Trump[3] abría la puerta a corridas bancarias y aun descalabro económico. Este gran miedo traccionó a un sector de la población a mantener el apoyo para sostener la precaria estabilidad. En ese marco la baja de inflación y la cierta estabilización de precios contrasta brutalmente con el 148% de inflación de Massa.
Hay un punto que está siendo descuidado y es articulador de todos los anteriores elementos: la batalla cultural, que está siendo ganada por las corrientes liberales y neoliberales. Dicho de otra manera, avanzan las posiciones anti – estado, privatistas, librecambistas, pro mercado, anti-regulación, individualistas, avanza el racismo y la xenofobia y retroceden la conciencia sobre la idea de un proyecto de nación soberana e independiente articuladora de un proyecto económico, de una conciencia nacional popular latinoamericana. Por ahora las fuerzas nacionales y populares no están dando respuesta acertadas a los debates, porque las experiencias sobre las que se apoyan han tenido falencias.
Una estrategia que se quedó corta
La estrategia central de la campaña del Alianza Fuerza Patria (AFP) fue “ponerle un freno a Milei” el spot relataba “¿cómo se frena a una fuerza en movimiento? con una fuerza en sentido contrario” Es una consigna que, aunque parece pragmática y sencilla, pretendió condensar la oposición y el mal humor social hacia el gobierno. Pero no tiene proyección. Frenar para que no avance el modelo neoliberal sí, pero no pone de forma clara y nítida hacia donde hay que ir. ¿al pasado cuestionado? ¿A un Estado presente pero ineficiente? No alcanzó para dar la discusión política en los múltiples y diversos territorios.
Es difícil construir una fuerza mayoritaria con perspectiva transformadora sin una autocrítica profunda, con actores que son cuestionados y sin un programa político disruptivo.
Lo podemos repensar de otra forma. LLA y Milei tienen un programa claro y muy explícito: desmantelar el Estado y des-regular todo para beneficiar el capital privado, alineamiento incondicional con EEUU e Israel, delimitando el campo enemigo (comunistas, kirchneristas, zurdos, militantes sociales, y los viejos políticos -la casta-, los estatistas, los humanistas), exalta el individuo, el individualismo, etc. La LLA se muestra todavía y a pesar de todo como lo nuevo, lo distinto, todavía logra vender una expectativa a futuro y sigue siendo percibido como disruptivo.
A contrapunto de la LLA, la AFP careció de un programa disruptivo capaz de aglutinar a los trabajadores, las capas medias y los sectores productivos nacionales. Planteado de otra forma el populismo se quedó anclado a un programa político que no logra ir más allá de lo que fue el período 2003 – 2015 con un Estado presente pero ineficiente.
El presente político impone ser explícito en cómo se va a resolver los problemas del endeudamiento externo, como dejar de ser una economía bimonetaria y desacoplar los precios del dólar para los bienes y servicios para el mercado interno, como financiar el gasto público sin recurrir a la emisión monetaria que reactive el problema de la inflación, entre tantos otros problemas.
Irrumpir con un programa disruptivo
De los 36 millones habilitados para votar, el 26 de octubre solo fue a votar el 68% del padrón, mientras que hubo un ausentismo de 32% (11,4 millones de personas). Es uno de los porcentajes de participación más bajo de una elección legislativa nacional desde el retorno a la democracia[4]
Visto desde los números hay posibilidades de construir una nueva mayoría no solo porque el 40% logrado por la LLA no es absoluto sino porque hay casi 12 millones de personas para disputar.
La construcción, consolidación y movilización de una nueva mayoría no puede estar desarticulada, como hoy lo está, de un nuevo programa político, de las luchas populares y de nuevos anclajes históricos y narrativas que puedan coordinar y dinamizar las voluntades.
El frente de fuerzas sociales, políticas y económicas que pretenda acaudillar las corrientes nacionales y populares debe tener un programa político disruptivo en todas las líneas y campos. La propuesta debe ser clara en el planteo de las soluciones a los grandes problemas nacionales y debe determinar quiénes son los amigos y los enemigos internos y externos.
El desafío parece estar puesto en cómo construir un Estado eficiente que resetee el sistema para una nueva redistribución de la riqueza que garantice la justicia social, la independencia económica y soberanía política. Un anclaje narrativo histórico posible podría estar en los postulados del primer peronismo y su programa político.
La propuesta y la construcción del nuevo paradigma implica llevar el conflicto entre capital y trabajo a un punto de confrontación que hoy no está claro si AFP está dispuesta a dar. Además, implicaría construir una correlación de fuerzas sociales con determinada alianza de clases y capas sociales ancladas en el presente histórico que haga posible el programa político. La pregunta está en si el AFP podrá abordar este desafío.
*Profesor en Historia recibido en la UNMDP. Docente de escuelas secundarias de la Provincia de Buenos Aires. Fotografo freelance y ex Estudiante de ARGRA.
[1] Se repartieron 127 bancas, de las cuales La Libertad Avanza ganó 64, mientras que por detrás le siguieron Fuerza Patria (44), Provincias Unidas (8), partidos locales (6), el Frente de Izquierda (3) y otros partidos (2).
Por otro lado, en el Senado se repartieron 24 y La Libertad Avanza sumó 13. Luego, le siguieron Fuerza Patria (9) y otros partidos (2)
Totales en camara baja: Fuerza Patria (97). La Libertad Avanza (93). Provincias Unidas y otros partidos (17). PRO (14). Partidos locales (12). Frente de Izquierda (4). Unión Cívica Radical (3). Totales en el Senado Fuerza Patria (28). La Libertad Avanza (20). Unión Cívica Radical (9). PRO y partidos locales (6). Provincias Unidas (3
[2] Resultados elecciones legislativas Bonaerense, 7 septiembre 2025:
FFP: 47,28 %, 3.820.119 votos / LLA: 33,71 %, 2.723.710 votos / SOMOS BSAS: 5,25 %, 424.671 votos / FIT-U: 4,37 %, 353.287 votos / https://resultados.eleccionesbonaerenses.gba.gob.ar/
Resultados elecciones legislativas nacionales en Provincia de Buenos Aires:
LLA: 3.605.127 votos, 41,45 % / FFP: 3.558.527 votos, 40,91 % / FIT-U: 438.747 votos, 5,04 % (https://resultados.elecciones.gob.ar/resultados/0/1/30)
[3] “Si el presidente no gana, conozco a la persona contra la que competiría, creo, probablemente, esa persona es extremadamente de izquierda y tiene una filosofía que fue la que llevó a Argentina a este problema en primer lugar, así que no seríamos generosos con Argentina si eso sucede. Si él pierde, no vamos a ser generosos con Argentina”https://cnnespanol.cnn.com/2025/10/14/argentina/trump-ofrece-su-apoyo-a-milei-pero-con-condiciones-si-el-pierde-no-vamos-a-ser-generosos-con-argentina
[4] https://www.infobae.com/politica/2025/10/26/brusca-caida-de-la-participacion-fue-del-66-y-mas-de-12-millones-de-argentinos-no-fueron-a-votar/
