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Pinta la industria santafesina y pintaras el futuro de la Argentina

Por Germán Mangione

Los números del primer trimestre del año de la economía santafesina son, sin dudas, el claro espejo que refleja el rumbo, y los posibles resultados, del modelo económico impulsado por el gobierno de Javier Milei y Luis Caputo.

Mientras crece la reprimarización de la economía vinculada a la agroexportación, cae en picada la industria local, con la consecuente caída del empleo registrado (por primera vez en años) y la posibilidad de consumo de las grandes mayorías basado en el mercado interno.

En la economía santafesina el futuro libertario llegó hace rato.

Crecimiento hacia afuera

Según los datos que arrojó el informe mensual del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos de Santa Fe (IPEC) publicado esta semana en marzo de 2024 las exportaciones por aduana de origen de la provincia, alcanzaron los U$S 2.309,3 millones, representando un aumento de 25,6% interanual. En el acumulado de 2024 el total exportado ascendió a U$S 6.180,3 millones, un valor 22,3% mayor al registrado en el mismo período del año anterior.

La provincia de Santa Fe cuenta con cinco aduanas ubicadas en las siguientes localidades: San Lorenzo, Rosario, Santa Fe, Villa Constitución y Rafaela.

Si analizamos los datos por aduana la de San Lorenzo es la principal de la provincia. Y es que allí, en el cordón industrial norte de Rosario, se encuentra enclavado el complejo agroexportador más importante del país y uno de los tres más importantes del mundo.

Por esta aduana sale el 70% de las exportaciones santafesinas. Y es la aduana que presentó más crecimiento con respecto al año anterior.
Las exportaciones del mes de marzo con registro en la aduana de San Lorenzo fueron de U$S 1.643,5 millones, siendo la aduana más importante de la Provincia en términos de valores exportados. Se observa una suba de 21,5% respecto a marzo de 2023. En el acumulado, se registró una variación positiva del 24,4%.

Paralelamente en la aduana de Rosario, la segunda en importancia en la provincia, se registraron exportaciones por U$S 568,3 millones en el mes de marzo, representando un incremento interanual de 48,4%. En la medición acumulada del período enero – marzo, la suba es de 24,0% respecto de igual período del año anterior.

Por su parte la aduana de Villa Constitución registró en marzo envíos por U$S 14,6 millones, reflejando un 113,9% más que en igual mes de 2023. El valor de las exportaciones acumulado en el período enero – marzo de 2024 presentó un aumento de 10,5% en cotejo al mismo período del año anterior.

El resto de las aduanas provinciales en cambio presentaron números negativos en comparación a los números del año pasado.
Las ventas externas con origen en la aduana de Santa Fe en marzo fueron de U$S 51,8 millones. Las mismas mostraron una disminución interanual de 11,6%. El período enero – marzo exhibió una caída de 4,8% en las exportaciones por esta aduana.

En marzo se registraron exportaciones en la aduana de Rafaela por U$S 31,2 millones, 17,0% menos de lo registrado en el mismo mes del año anterior. En el período enero – marzo, la variación es negativa en un 15,0%.

Los números como reflejo del modelo

Es sugestivo pensar estos números más allá de la coyuntura o de los fenómenos estacionales como la recuperación de la agroindustria después de los números desastrosos de la sequía. Aquí vale la pena preguntarnos más que cuanto, qué exportamos y la imagen será más clara y completa.

En el período analizado, el principal producto exportado con salida por la aduana de San Lorenzo fue harina y “pellets” de la extracción del aceite de soja, maíz en grano, y aceite de soja en bruto, incluso desgomado.
Las exportaciones con salida por la aduana de Rosario también tuvieron entre sus principales productos maíz en grano, seguido por harina y “pellets” de la extracción del aceite de soja y aceite de soja en bruto, incluso desgomado.

Contrario a lo que sucedía en períodos anteriores donde los productos industriales de uno de los polos del acero nacional, que de la mano de empresas como Acindar encabezaban la siderurgia nacional en la Aduana de Villa Constitución, en esta ocasión se registraron salidas compuestas principalmente por arvejas secas desvainadas excluidas para siembra y maíz en grano.

En la aduana de Santa Fe capital, el principal producto exportado fue carne de la especie bovina, deshuesada, tanto congelada como fresca o refrigerada. Siguió en importancia arvejas secas desvainadas excluidas para siembra

En los registros de la aduana de Rafaela, cuna de la cuenca lechera argentina, el rubro más importante no podía ser otro que el de los productos lácteos, compuesto principalmente por mozzarella. Siguió en importancia válvulas de admisión o escape para motores de émbolo, de explosión.

Los números del complejo sojero muestran una recuperación indiscutible. El procesamiento de porotos de soja superó los 6,6 millones de toneladas 1,8 millones de toneladas más frente al mismo período del año pasado
La elaboración de aceite de soja trepó a 1,3 millones de toneladas, registrando una suba de 370 mil toneladas. En los tres primeros meses de 2024 la molienda de soja y la producción de aceite crecieron 37,5% y 38,9% respectivamente.

Otro dato en ese sentido es el de la demanda de energía eléctrica de grandes usuarios industriales pertenecientes al complejo de soja que registró en el primer trimestre de 2024 un incremento de 28% interanual.
En un rápido repaso de los números queda claro que el crecimiento de las exportaciones con origen en la provincia de Santa Fe tiene su centro en la producción primaria y la agroindustria. Pero este crecimiento tuvo un lado b, el de los productos que se exportaron en menor medida.

La contrataca

Como muestra el cuadro del IPEC, mientras creció el comparativo del 2023 al 2024 los productos primarios o de la agroindustria, cayeron los principales productos vinculados a la industria química y de los combustibles. Cayo en definitiva la industria santafesina que no está vinculada “al campo”. Pero incluso una de las principales industrias vinculadas al campo como la de la maquinaria agrícola también tuvo números negativos con una caída del 48,7%.

Así lo atestigua otro informe publicado este mes por la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), una de las organizaciones que aportó profundas críticas en el senado nacional al avance de RIGI contenido en la Ley Bases de Milei.

El informe asegura que la actividad fabril en la provincia enfrentó en marzo de 2024 un retroceso inédito de 18,8% interanual, acumulando en el primer trimestre una severa contracción de 14,6% en relación al mismo período del año pasado.

Las razones de esta caída según los industriales son claras: “principalmente resultado de la menor demanda interna en marzo de 2024. En Santa Fe el índice de producción industrial de FISFE se ubicó sustancialmente por debajo de los registros alcanzados en los anteriores tres años”.

Pero la preocupación de los hombres y mujeres de la industria no es solo por el presente, sino que se extiende hacia adelante desafiando los pronósticos optimistas de los economistas libertarios que hablan de una recuperación en los próximos meses. “La mitad de las industrias relevadas recientemente considera que la demanda interna y la capacidad instalada disminuirá durante el segundo trimestre de 2024. Asimismo, la proporción de industrias que espera una baja de su dotación de personal (22,2%) y de las horas trabajadas por el personal afectado al proceso productivo (29,8%) quintuplica y sextuplica al grupo con expectativas positivas”, asegura el informe.

Como decíamos al comienzo de la nota, el crecimiento parece ser solo para unas pocas ramas de la economía. El 89% de las ramas manufactureras medidas por Fisfe presentó una caída de su nivel de actividad respecto al mismo mes del año anterior, aunque la molienda de oleaginosas recuperó 33,8% en comparación con un 2023 afectado por la sequía.

Las caídas fuertes las marcaron los productos metálicos para uso estructural (-3,4%), molienda de cereales (-7,0%), maquinarias de uso especial (-11,8%), autopartes (-12,7%), fiambres y embutidos (-15,7%), faena de carne vacuna (-16,1%), papel y productos papel (-16,1%), prendas de vestir (-18,6%), edición e impresión (-18,9%), productos lácteos (-21,5%), maquinarias de uso general (-21,8%), manufacturas de plástico (23,9%), productos de metal y servicios de trabajo metales (-31,6%), carrocerías-remolques (-45,8%), muebles y colchones (-46,5%), maquinaria agropecuaria (-48,7%), automotores (-58,2%, e Industria siderúrgica (-82,1%).

Sin dudas las ramas más golpeadas de la industria santafesina fueron las vinculadas mayormente a la dinámica del mercado interno: elaboración de galletitas (-13,9%), gaseosas (-27,9%), bebidas alcohólicas (-23,6%), calzado (-29,0%), productos de madera (-22,8%), pasta de madera (-16,1%), detergentes-jabones (-19,2%), productos de caucho (-39,3%), minerales no metálicos (-37,5%), pinturas (-35,3%), envases de vidrio (-19,3%), motocicletas (-23,3%), y muebles y colchones (-46,5%)”.

Sin industria no hay trabajo.

La consecuencia social más concreta de estos fríos números es la caída del empleo, que comienza a golpear fuertemente a los santafesinos y santafesinas. De un total de 541 mil asalariados registrados en el sector privado se registraron bajas de 0,1% y 0,2% interanual en enero y febrero últimos, las dos primeras caídas acumuladas de empleo luego de 34 meses de mejoras, entre marzo de 2021 y diciembre de 2023.

Se trata de un total de 11.600 trabajadores menos en los primeros dos meses del año, de los cuales 3.500 provienen del sector de la construcción que mostró en febrero un desplome del 9,6% interanual.

Hay que acentuar que además de las pérdidas de trabajo formalmente registradas varias empresas de la región han comenzado a cursar suspensiones ante la caída de la producción producto del recorte de ventas y de la actividad económica, teniendo como principales exponentes los que sucede en Acindar y en la automotriz General Motors.

Los números hechos carne

Quizás el rubro en donde se refleja mejor la contraposición entre el crecimiento de la exportación agraria versus la caída de la economía interna y el consumo es el de la carne vacuna.

Un informe del consultor Andrés Halle, hizo una comparación según el Salario Mínimo Vital y Móvil, desde abril de 2023 a abril último se pasó de destinar el equivalente a $31.274 constantes por mes a este alimento a $23.850, lo que implica una caída del 24% el gasto por habitante en carne vacuna.

La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) alertó que durante el primer cuatrimestre de 2024 el consumo de carne vacuna por habitante cayó al peor nivel de los últimos 13 años, con 42,4 kilos por habitante/año mostró una retracción del 18,5% versus igual período de 2023.

Esto sucede mientras según datos oficiales de la Coordinación de Análisis Pecuario en base a datos del SENASA, DNCCA e INDEC, en febrero las ventas al exterior alcanzaron las 82.548 toneladas equivalentes de res y se superó así el récord del mes anterior, una marca sin precedentes en los últimos 57 años.

El acumulado del bimestre enero-febrero de 2024 también ha marcado un récord, con ventas que alcanzan las 160.000 toneladas

Un modelo económico que profundiza el rumbo de producir, concentrados en unas pocas grandes empresas y en unos pocos rubros, para la exportación y para cubrir las necesidades de materia prima de las grandes potencias mientras cae el empleo y se destruyen ramas enteras de la industria y el mercado interno.

Como dice el tema de Los Redondos, en Santa Fe el futuro del plan económico llegó hace rato.

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