*Por Ezequiel Nant
El largometraje documental “La Posta de la Rivera”, rodado entre 2020 y 2022, retrata el desarrollo de la Posta Sanitaria “Ramón Carrillo”, un proyecto comunitario situado en el barrio La Rivera de Villa Gobernador Gálvez, a orillas del río Paraná. A través de esta obra, se documenta la lucha de vecinos, estudiantes y profesionales por establecer un centro de salud en plena pandemia. El proyecto fue reconocido con dos Becas a la creación del Fondo Nacional de las Artes y declarado de Interés Cultural en la ciudad.
Antes que nada, debo compartir mi impresión sobre la Rivera. No es solo un espacio físico, sino un territorio donde la cruda realidad se revela con una poética trascendental. El pescador que, con su cuchillo, faena un dorado, animal milenario del Paraná, evoca una conexión ancestral que permanece latente en cada rincón del barrio. Aquí, el tiempo no transcurre de manera lineal; pasado, presente y futuro se entrelazan en un mismo punto. La Rivera, único testigo, observa cómo por el Paraná sangra la Argentina y, al mismo tiempo, se alza como una llave para recuperar el destino de nuestro pueblo orillero.
“La Posta” no es solo una narración conmovedora; es un recorrido cíclico por el aprendizaje y la comunión en el barrio, donde las diferencias se hermanan. La cámara, el artista, el médico, el cocinero, todos se despojan de sus trajes y se vuelven iguales. La asamblea surge como una forma de organización que trasciende lo convencional, y los niños, riendo y aprendiendo en un espacio construido desde el amor, son la semilla rivereña.
La obra transita el tiempo de la Posta, un tiempo marcado por el compartir y construir en comunidad. El abrazo, la hermandad y el silencio nos invitan a reflexionar sobre nosotros mismos y a escuchar lo que otro tiene para contarnos sobre su vida. A través de pequeñas entrevistas, los participantes relatan cómo se transforman y construyen una identidad al ayudar a los más necesitados en plena pandemia.
En cuanto al espacio, “La Posta” recorre mucho más que las cuatro paredes de su sede; trasciende esos límites y, con el simple acto de desplegar un gacebo verde, se vuelve casi inmaterial, uniendo cada rincón del barrio en caminatas infinitas. Cada casa, pasillo y centímetro de costa se convierte, paso a paso, en parte de un todo.
El movimiento de esta obra es como un flujo que, al extenderse hacia los confines del barrio, regresa hacia el centro en las asambleas. Allí, vecinos, estudiantes y profesionales se encuentran como iguales para decidir el destino del centro de salud, del agua potable, de las zanjas, del barrio mismo. La cámara no es un observador externo en estas reuniones; es un participante más, como la cocinera o la enfermera.
La cámara nos muestra cómo el conocimiento técnico de los libros y las aulas universitarias se hermana con el saber del río y la tierra. Enfocando pizarrones, clases y charlas donde las vecinas del barrio se forman como Agentes Sanitarias; nos cuenta cómo se van trastocando los roles establecidos. La graduación, no es solo el final de un ciclo; es la apertura de uno nuevo.
La obra es un fruto más de la experiencia vivida; en ella se guardan las semillas de prácticas que nos han despertado amor, hermandad y aprendizaje. Este trabajo no solo documenta un proceso, sino que actúa como un dispositivo que invita a compartir y multiplicar estas prácticas transformadoras, extendiendo sus semillas a toda la comunidad para que encuentren tierra fértil y germinen nuevas posibilidades de amor, cambio y crecimiento humano.
Año: 2024
Duración: 90 min
Equipo técnico creativo: Juliana Briggiler (producción, dirección y montaje), Abi Bais (producción y dirección), Julia Sepliarsky (producción), Lucas Soria (música original), Axel Latorre (post producción de sonido) Delfina Dolcemáscolo (Asist de producción).
2 respuestas en ““La Posta de la Rivera”, un documental sobre el derecho a la salud”
Donde puedo ver el documental y si se puede visivilizar en redes para que sepan de que se trata . Lo lei se te caen las lagrimas
Conocí el trabajo que hacen en la posta sanitaria La Ribera a través del largometraje y me llevó a volver a creer que otro mundo es posible,cuando somos capaces de movilizar la fuerza creadora y realizadora de los pueblos.