Foto de tapa: Lou Francis
Luego de días de debate, movilizaciones y un Paro Nacional, la Ley Ómnibus consiguió la aprobación general por 144 votos a favor y 109 en contra. El próximo martes 6 de febrero se discutirá la aprobación artículo por artículo, donde lo sensible pasa por las privatizaciones y las facultades extraordinarias, luego deberá ir al Senado.
Es muy difícil seguirle el ritmo a las modificaciones que sufrió la norma, entre idas y vueltas perdió la mitad de sus artículos durante las cuatro semanas de negociaciones previas a su llegada a la Cámara de Diputados. El oficialismo puede exhibir la aprobación en general en Diputados de la Ley Ómnibus como un triunfo, pero cada medida le provoca un desgaste político-social muy grande.
El resultado electoral empieza a pasar factura, la derrota se materializa en una ofensiva reaccionaria y ultracapitalista, la resistencia augura un despertar de la movilización social. La lucha será por dar vuelta opiniones, consciencias y voluntades que dieron su apoyo político en las elecciones a Milei, y que comienzan a preguntarse si fue correcto o no su voto. La necesidad empuja a esta reflexión a millones, la inflación y el ajuste impacta de llenó en una población con poco margen. El idealismo libertario comienza a contrastar con la materialidad de la realidad: devaluación y golpazo inflacionario en enero del 25%, tarifazos, suba de prepagas, transporte, seguros, combustibles, escuelas privadas, despidos, freno de la obra pública, y congelamiento de ayudas sociales y jubilaciones.
La encuesta de Zuban-Córdoba[1] ratifica lo que empieza a resonar en la calle, un 64% tienen un perfil opuesto a la aprobación de dicha ley. La imagen positiva-negativa se espejó con respecto al resultado del ballotage, un 55.2% es negativa. Razones sobran, ya que no hay una medida de las anunciadas por Caputo el 12 de diciembre, el DNU del 20 de diciembre ni la Ley aprobada en Diputados que sea favorable a trabajadores, jubilados, cuentapropistas o Pymes. Incluso la Ley original tocaba intereses de sectores empresariales como farmacéuticas, pesca y astilleros y economías regionales que tuvieron que sacar.
EL CUARTO INTENTO DE REORGANIZACIÓN NEOLIBERAL CONSERVADORA
Más allá de las particularidades del caso y de un mundo que es otro, en esencia estamos presenciando el cuarto intento de reorganización neoliberal conservadora en Argentina (Dictadura-Menemismo-Macrismo), y que en pocos días se transformó en una guerra contra el pueblo. El Paro Nacional del 24 de enero golpeó al Gobierno y presionó al poder legislativo y judicial. Las protestas iniciadas el 20 de diciembre con la irrupción de los cacerolazos, y durante sesión en Diputados, muestran que esto, si pasa, es con represión, el protocolo de Bullrich muestra a un gobierno de pocos y para pocos, el cuento de la “casta” empieza a hacer agua. La luz al final del túnel se apaga, no hay una medida a favor de las mayorías, el apoyo empieza a convertirse en un “acto de fe”, el eslogan de las “fuerzas de cielo” cobra sentido. La sensación temporal en las psiquis es que más que 50 días ya pasaron meses. Los tiempos se acortan.
DNU Y LEY ÓMNIBUS, UNA BOMBA RACIMO
Es muy difícil seguir los cambios, modificaciones, amparos judiciales y negociaciones con gobernadores, en el Congreso y fuera de él, con respecto a la Ley Ómnibus y el DNU. Incluso los propios diputados oficialistas no sabían que discutían. La magnitud de las trasformaciones que quieren llevar adelante no da tiempo al análisis. Es a espaldas del pueblo, que a duras penas intenta reproducir la vida, golpeada por la escalada inflacionaria y la depresión económica.
El corazón de la Ley son los superpoderes, y la esencia de las tres grandes medidas del gobierno tuvo su primer hito en la megadevaluación llevada adelante por la dupla Milei-Caputo que dejó por el suelo a los salarios de un plumazo, la supuesta guerra contra la inflación en realidad es una guerra contra la clase trabajadora, la lucha distributiva que encierra el proceso real de la inflación ha sido definida por un golpe estatal que habilitó la transferencia monumental de recursos al capital en detrimento del salario. La situación se ha vuelto rápidamente desesperante para millones que están ajustando en los más elemental: los alimentos. Estamos en la puerta de una crisis humanitaria. El DNU y la Ley Ómnibus van en contra de las conquistas históricas de la clase trabajadora y ataca a la soberanía nacional y la democracia. Un puñado de corporaciones nacionales y extranjeras está detrás de la redacción de las leyes. El blindaje mediático es escandaloso, los grupos beneficiarios, principalmente Clarín y La Nación, hacen malabares para justificar lo injustificable.
SUPEREXPLOTACIÓN
Es imprescindible recuperar el trabajo de Ruy Mauro Marini[2] en el cual desarrolla una hipótesis que puede ser una punta para comprender el plan del actual gobierno. Marini plantea que dentro de las particularidades del capitalismo dependiente latinoamericano existe una ruptura en el ciclo del capital, un desfasaje entre la esfera de la producción y la esfera de la realización. Más simple: los trabajadores latinoamericanos son necesarios como productores, pero no consumidores. Las ganancias de las oligarquías y clases dominantes se realizan en el mercado exterior, exportan. Lo que producen no lo consumen esos salarios, sino salarios de países centrales. Así la circulación se separa de la producción, es decir, producen algo que se vende en otros países. No los necesitan como consumidores de las grandes rentas. En los países centrales la productividad se aumenta por el incremento de la capacidad productiva (porque tienen márgenes de acumulación global que se los permite y por la incorporación de tecnología), en los países dependientes, como el nuestro, la productividad aumenta en base a la intensificación de la explotación, se trabajan más horas, es decir, no es por la maquinaria o la ayuda en infraestructura estatal sino por los ritmos de trabajo o las horas.
La estrategia neoliberal de deprimir los salarios (y multiplicar la desigualdad) es condición para desarmar a la clase obrera y aumentar los niveles de explotación. La forma de generar ganancias es licuar el salario vía hiperinflación. Por lo tanto, uno de los rasgos de la dependencia no solo es el de la pérdida de soberanía, sino también la superexplotación de la fuerza de trabajo, pero no como un tema moral al hablar de “super”, sino una tendencia a la explotación de la fuerza de trabajo, pagando por debajo del trabajo socialmente necesario, siempre y cuando se pueda reemplazar por nuevos brazos (hoy sobran trabajadores desocupados y excluidos). Al pagarle por debajo hace que se hiperendeuden y baje la expectativa de vida en relación a los países centrales. Vivimos menos. La avanzada de este gobierno contra el sistema de salud y las jubilaciones camina en esa dirección. Y, por lo tanto, pueden llevar a una crisis humanitaria en relación a la alimentación y el subconsumo que inducen voluntariamente Milei-Caputo. El plan: reprimarizar y destruir la producción nacional. La particularidad argentina es su mercado interno, un empresariado pequeño y medio que emplea a 6 de cada 10 trabajadores, y sectores medios con costumbres y formas de vida que no relegaran fácilmente. Las bases de la estructura socio económica inevitablemente van a chocar contra este plan de reestructuración acelerada.
La tendencia a reducir el mercado interno a su mínima expresión y tomar el Estado por asalto para ponerlo al servicio de los grandes actores económicos exportadores y financieros, tiene como fin destruir las bases de un sistema económico industrial nacional que, al igual que Martínez de Hoz en 1976, lo califican como “no competitivo”. El objetivo es que el país debía (debe) especializarse en los productos de mayor aceptación en el mercado externo, con lo cual los “ineficientes” (pero que proporcionan la mayor carga laboral) deben ser sacrificados. Al igual que el plan de Milei, Martínez de Hoz y la Dictadura equiparon los precios internos con los externos. En los últimos días justificaron el valor del litro de nafta con la falsa premisa de que en Estados Unidos está casi un dólar el litro[3], sin mencionar dos detalles: uno, que Argentina posee reservas para abaratar el mercado interno y una empresa estatal como YPF, segundo, que los salarios promedio en Estados Unidos[4] , por ejemplo de un Maestro de secundaria es de 47.560 dólares por año mientras que en Argentina es de aproximadamente 5.000 a 6.000 dólares por año (al dólar oficial de 846 y un promedio de ingresos de 400.000$ por mes de un profesor de secundaria con 20 módulos-horas frente alumnos). Por lo tanto, no se puede comparar peras con manzanas, si quieren precios internacionales que paguen salarios internacionales. Aquí subyace el plan de superexplotación y empobrecimiento. Romper la producción y el empleo nacional y poner al Estado al servicio de corporaciones extranjeras, terratenientes y el capital financiero con la devaluación, las privatizaciones, el blanqueo de capitales y la estatización de la deuda privada.
TODO LO QUE SEA ESTATAL ESTARÁ EN MANO PRIVADAS
A pesar de los cambios a la ley ómnibus, el Gobierno mantiene la privatización de Banco Nación, Nucleoeléctrica Argentina y ARSAT y de las otras 27 empresas entre las que figuran Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles Argentinos, los medios públicos (Telam y RTA), Belgrano Cargas, Empresa Argentina de Navegación Aérea S.E. y Desarrollo del Capital Humano Ferroviario SAPEM, entre otras.
Detrás del aventurero libertario existen jugadores de peso mundial: el apoyo explícito de Elon Musk cuyo interés pasa por el Litio, por el ingreso de su empresa Starlink con la liberación de los controles de los servicios de internet satelital y hacerse de la privatización de la empresa de telecomunicaciones del Estado Argentino ARSAT.
En una charla virtual que mantuvo el Presidente Milei con Lawrence “Larry” Fink, el CEO del fondo especulativo BlackRock manifestó su intención de comprar empresas del Estado argentino.
Un elemento a tener en cuenta, es que, al caerse el paquete fiscal, la moratoria y el blanqueo en la Ley Ómnibus, una de las fuentes de financiamiento en dólares son las privatizaciones de empresas del Estado, un revival noventoso, cuya historia conocemos: despidos, corrupción, desguace y estafa a usuarios.
Otros de los ganadores son un puñado de corporaciones que, al mismo tiempo, son artífices y beneficiarios del DNU y la Ley Ómnibus. Desde Paolo Rocca, CEO de Techint, Tenaris, Ternium y Tecpetrol, que colocó al nuevo director de YPF y promueve la desregulación del mercado de hidrocarburos, que obtuvo los aumentos siderales de la Nafta y combustibles; Swiss Medical, Galeno y el resto de prepagas, festejan la desregulación y liberación del precio de la cuota mensual; Grupo Clarín y La Nación con la derogación de la ley que declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diario; las grandes cadenas de supermercados (Coto, Carrefour, Jumbo, Disco) con la derogación de las leyes de Góndolas y del Régimen para la actividad comercial de supermercados y el Programa de Precios Cuidados; Eduardo Eurnekian, padrino político de Milei y presidente de la Corporación América, Aeropuertos Argentina 2000, las cervezas Bieckert, Palermo e Imperial, la empresa de energía Unitec Bio y las agroindustrias Unitec Bio, ganaría terreno con la política de “Cielos Abiertos” y la privatización de Aerolíneas Argentinas; Ledesma (familia Blaquier) con la derogación del artículo 156 de la ley 18.770 sobre el régimen de entregas de azúcar para consumo de mercado interno; el unicornio argentino radicado en Uruguay para evitar el pago de impuestos Marcos Galperin fundador de MercadoLibre festejó la desregulación del sistema bancario, entre otros más.
LAS FUERZAS DEL CIELO Y LAS FUERZAS DE LA CALLE
Las fuerzas del cielo cuentan con el apoyo de la “internacional de derecha”, Meloni, Vox, Bolsonaro, Jean-Marie Le Pen, Zelensky, entre otros. Pero el capítulo más importante es la alta posibilidad de que Trump sea elegido el próximo año en los EE.UU. o, lo que alteraría las disputas en el continente. Milei dio muestras sobradas para ubicarse en el marco de la OTAN, con la salida de los BRICS y su despreció al Mercosur, con sus gestos condescendientes ante Estados Unidos e Inglaterra, y su abstención en la votación que pide el alto el fuego ante el genocidio en la Franja de Gaza llevado adelante por el sionismo en Israel.
La contundencia del paro y la movilización en todo el país mostró que no se puede esperar, las calles se inundaron de una energía enorme para enfrentar, gremios, movimientos sociales y culturales, feminismos, ambientalistas y asambleas barriales se volcaron en una medida que aglutino y dio aire para seguir la lucha. Desde Capital a las provincias y grandes ciudades de todo el país, y en el resto del mundo con concentraciones y movilizaciones, como en Bruselas, Berlín, Madrid, Barcelona, Santiago de Chile, Montevideo, París y Roma, el movimiento popular rápidamente se puso de pie.
El próximo martes la lucha sigue por frenar los artículos que generan daños enormes, como las privatizaciones, la liquidación del fondo de garantía de sustentabilidad, las facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo, la autorización para tomar deuda por fuera del Congreso, las Leyes de retroceso ambiental. La ofensiva es de tal magnitud que exige que las fuerzas populares dejen de lado todo sectarismo y en el camino de la lucha y la reorganización pueda nacer algo nuevo, una nueva esperanza.
[1] https://zubancordoba.com/portfolio/informe-nacional-enero-2024/
[2] https://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/bitstream/CLACSO/16351/1/Antologia_Marini.pdf
[3] https://es.globalpetrolprices.com/USA/gasoline_prices/
[4] https://www.indeed.com/orientacion-profesional/pago-salario/salario-promedio-estados-unidos-factores
Una respuesta en “Una Ley para una Argentina en venta”
Excelente!!! A sacudirnos telarañas y transitar con creatividad, unidad y lucha, la reconquista de lo humano! El mercado es una entelequia, y en su adoración, la humanidad esta perdiendo de vista su propia existencia! Gracias Matías Rodríguez Gianneo!